Los últimos meses han venido acompañados de muchos cambios estructurales que afectan al sector sanitario y, evidentemente, a las oficinas de farmacia. Al copago farmacéutico se unen las medidas de contención del gasto en medicamentos, la implantación de la receta electrónica… y una serie de acciones encaminadas a reenfocar la botica, siempre bajo los parámetros de innovación y reducción del gasto.

Como algunos sabéis, en Fagor Healthcare estamos implantando paulatinamente el sistema personalizado de dosificación (SPD) Medical Dispenser. En el periodo de promoción y comunicación a farmacéuticos, nos llamó la atención que muchos de ellos desconocieran los cambios incorporados en el Real Decreto-Ley 9/2011 del 19 de agosto, en el que se especifica (Artículo I, punto Cinco) que “en las oficinas de farmacia, los farmacéuticos, como responsables de la dispensación de medicamentos a los ciudadanos, (…) participarán en la realización del conjunto de actividades destinadas a la utilización racional de medicamentos, en particular a través de la dispensación informada al paciente. Una vez dispensado el medicamento podrán facilitar sistemas personalizados de dosificación a los pacientes que lo soliciten, en orden a mejorar el cumplimiento terapéutico, en los tratamientos y con las condiciones y requisitos que establezcan las administraciones sanitarias competentes”.

De este modo, se abre la posibilidad para la botica de ofrecer a los ciudadanos un servicio que mejore la adherencia a su tratamiento e involucrando, todavía más, al profesional con el paciente. El programa SPD es positivamente valorado por el paciente, sus familiares y la propia Administración, conscientes de que es un servicio de calidad ofrecido por profesionales de la salud, con la tranquilidad y seguridad que ello conlleva.

Asimismo, los propios farmacéuticos encuentran ventajas en estos sistemas personalizados de dispensación que les permite ofrecer otro servicio a sus pacientes. Soluciones como Medical Dispenser, son de inestimable ayuda para el farmacéutico, que contará con una herramienta de trabajo que le facilitará su tarea diaria en la gestión de sus pacientes adscritos a este servicio y, además, le ahorrará tiempo en la preparación de los tratamientos.

El mismo Real Decreto-Ley 9/2011 del 19 de agosto recoge una serie de iniciativas encaminadas a mejorar la calidad, la equidad, la cohesión y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud, y dedica la totalidad del Artículo I a las Medidas relativas a la prestación farmacéutica. Además de tratar la racionalización de los medicamentos, se exponen las condiciones con respecto a los precios y cobro, por lo que os animamos a leer detenidamente el texto legal.

FINANCIACIÓN

Otra de las principales cuestiones que hemos podido recoger por parte de los farmacéuticos interesados en adquirir un SPD está relacionada con la financiación y explotación económica. ¿Contarán con ayudas económicas de las administraciones? ¿Se cobrará al paciente por el servicio?. Si bien es verdad que, por el momento no existe ninguna ayuda específica para este servicio (salvo en la Comunidad Autónoma Vasca), con la modificación del Decreto-Ley cada administración debe clarificar si colaborará con las boticas en la financiación del SPD. Por lo tanto, sólo queda esperar a que se pronuncien al respecto.

En cuanto al cobro al paciente, está en mano de cada oficina de farmacia decidir si ofrecerá el servicio de manera gratuita o previo pago, pero según un estudio del Consejo Catalán de COF los SPD son rentables si se cobran más de 19,85 euros por paciente y mes.