El seguimiento de la medicación es un factor clave para la mejoría tras una enfermedad, incluso cuando estas no tienen cura y solo tratamiento. Debes saber que este concepto se conoce como adherencia, y se puede facilitar gracias al uso de un complemento como el SPD. Pero ¿sabes qué es? En este artículo te desvelamos todas las claves para que entiendas dónde reside su importancia.

SPD: ¿Qué es y cómo funciona?

Conocido como Sistema Personalizado de Dosificación, es un servicio que proporcionan las farmacias. El objetivo, de acuerdo con el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, es «mejorar la adherencia terapéutica y garantizar la efectividad y seguridad de los tratamientos establecidos». En resumen, garantizar una recuperación más rápida para quienes sufren una enfermedad o condición.

El propósito es contribuir con quienes tienen dificultades a la hora de tomar y gestionar su medicación, así como para comprender la posologia. De esta manera, se centra en las personas que están más expuestas a sufrir sobredosis, duplicidades o pérdidas de eficacia en su terapia debido a una posible administración inadecuada por parte del paciente.

Quienes están más beneficiados por este medio son las personas mayores, que son, precisamente, las que más suelen estar polimedicadas. Cuando más necesitan a una red de apoyo en las farmacias es cuando no poseen familiares cercanos o cuidadores que puedan ayudarles a seguir las pautas prescritas por el médico.

Pero ¿sabes cómo funciona? Es un sistema que no se podrían comprender sin tres claves esenciales. Estas garantizan la equidad en el acceso a los tratamientos, la comprensión de las recetas y la igualdad de condiciones. Por tanto, es un medio esencial que necesitamos cuidar y apoyar desde todos los sectores de la sociedad.

La farmacia lo administra y proporciona

El SPD de medicamentos se adquiere en la farmacia mediante petición al profesional que atiende. Este, por su parte, lo prepara en función de la receta médica que tiene cada paciente. Para ello, abre las cajas con la medicación que se va a llevar y la va organizando en los distintos días. Incluso introduce también la que ha vendido con anterioridad y la persona le trae desde su casa.

Este último hecho es muy relevante, pues, en ocasiones, los ancianos pierden la capacidad de organizar la medicación que tienen en su domicilio. El profesional, en estos casos, le invita a mantenerla en un mismo estuche y a llevarla tal cual a la farmacia. Lo que se evita, de este modo, son las pérdidas de fármacos o su mezcla con otros productos de uso diario.

Dan soporte durante toda la semana

Un factor especial del SPD de farmacia es que está estructurado en siete días y cuatro tomas. Cuenta, para ello, con 21 cuadros individuales y sellados, de modo que los comprimidos no se salgan, pero tampoco se mezclen entre sí. Poseen un aspecto muy intuitivo y fácil de entender para evitar errores en personas mayores o con algún tipo de discapacidad.

Cuando terminan los siete días, el paciente puede volver al centro farmacéutico para que le vuelvan a rellenar el dispositivo. Como resultado, tiene un soporte continuo hasta que termine con la pauta prescrita con el médico. En el caso de los ancianos, suelen ser crónicas en muchos casos, así que es un acompañamiento que dura toda la vida.

Organiza adecuadamente los fármacos

Gracias a su sistema en casillas, la persona entiende cómo funciona el sistema SPD. De todos modos, el farmacéutico lo explica antes de proporcionarlo, de forma que se asegure de que su cliente lo entiende. Esto es vital para evitar incomprensiones que pudieran tener consecuencias fatales.

Por otro lado, el dispositivo de almacenamiento está cerrado herméticamente. Con esto, se previene cualquier entrada de microorganismos contaminantes y también se reduce el riesgo de pérdida de comprimidos. De este modo, hay una mayor seguridad, que es justo lo que necesita la persona que está sometida a un tratamiento concreto.

¿Qué beneficios presenta?

Cada vez más farmacias se han sumado a este servicio y lo proporcionan de forma gratuita. De hecho, aumentó considerablemente durante la pandemia y después de esta, dado que la sociedad entendió la necesidad de tener organizados los medicamentos. Este es el primer beneficio, la innegable utilidad pública que tiene.

El estudio Factores de riesgo de no adherencia al tratamiento en pacientes mayores de un núcleo rural (García Valle, 2020) pone de relieve un hecho alarmante. Entre el 50 y el 60 % de los pacientes polimedicados no toman su medicación como deberían hacerlo. Por si fuera poco, esta cifra aumenta en entornos rurales, en los que el acceso a una red de apoyo médica es más complicado.

Otra cuestión que aclara es el peligro que supone una administración inadecuada. Hace referencia a un hecho que habrás oído, y es el peligro que supone tomar un comprimido con el estómago vacío (sobre todo, si es una cápsula). Muchos ancianos lo hacen de modo común, y esto entraña una serie de consecuencias que pueden derivar en ingresos hospitalarios.

Gracias al SPD, es posible mitigar la probabilidad de todas las situaciones anteriores. Pero más allá de ello, también aporta ciertos beneficios que conviene poner de manifiesto:

• Facilita la comprensión del tratamiento. Contribuye a que no haya errores en la administración de fármacos, duplicidades o tomas imprudentes, especialmente, entre las personas mayores o con discapacidad.
• Está centrado en la población más vulnerable. Este medio resulta vital para quienes no tienen esa red formada por familiares, cuidadores o médicos que proporcione un apoyo constante.
• Hace que se refuerce la adherencia. Este factor es clave para garantizar el éxito de los tratamientos y evitar que una enfermedad recidive o que empeore con el paso del tiempo por no mantener una pauta.

El SPD, como ha quedado patente, es un instrumento esencial para todo tipo de personas. Desempeña un papel clave en la adherencia a un tratamiento prescrito y facilita el trabajo de médicos de familia y especialistas. Sin duda, un aporte más que necesario para garantizar una calidad de vida entre quienes sufren una condición o enfermedad.