Nutrición y medicación en personas mayores: la combinación perfecta para una vida saludable

Nutrición y medicación en personas mayores: la combinación perfecta para una vida saludable

La falta de adherencia entre personas de edad avanzada es responsable del incremento en consultas y urgencias hospitalarias. Con el propósito de prevenir esta circunstancia negativa, hay pautas que podemos y debemos incorporar. Una de ellas es el diseño de un menú semanal para mayores de 70 años. Descubre todas las claves en este artículo.

Bases de la alimentación saludable para personas mayores

La OMS definió en 2004 a la adherencia como la capacidad de una persona para mostrar una actitud favorable al éxito del tratamiento en su propio beneficio. Para ello, hay tres prácticas que ejercen un papel fundamental, según la misma organización internacional:

  • La toma de medicamentos.
  • El mantenimiento de una vida saludable.
  • Las visitas pactadas al centro de salud.

Sin embargo, la misma institución señaló que la tasa de seguimiento de las pautas médicas es baja. De acuerdo con sus conclusiones, ronda el 50 % en las personas de la tercera edad en países desarrollados. Esta situación funciona como detonante de numerosas consecuencias:

  • Incremento de visitas hospitalarias y pruebas diagnósticas innecesarias.
  • Empeoramiento del estilo de vida en las personas mayores.
  • Urgencias médicas de mayor o menor gravedad.
  • Mayor resistencia de las bacterias por un plan de antibióticos sin seguimiento.
  • Insatisfacción con la actuación del profesional médico.

El papel que tienen tanto los médicos de atención primaria como los farmacéuticos en este asunto ha sido debatido en numerosas ocasiones. Sin embargo, pretendemos incorporar una tercera clave para que comprendas hasta dónde llega la importancia de esta cuestión. Estamos hablando de la nutrición como parte de la alimentacion saludable para personas mayores.

¿Cómo influye una dieta sana en la adherencia?

El estudio Adherencia y persistencia terapéutica: causas, consecuencias y estrategias de mejora (Dilla, Valladares et al., 2009) es revelador. De acuerdo con sus conclusiones, hay situaciones que ocasionan una pérdida de seguimiento en el tratamiento marcado por el profesional. Las más comunes están relacionadas con el propio paciente y obedecen a las siguientes:

  • Enfermedades cognitivas, como el alzhéimer.
  • Otros trastornos mentales, como la depresión.
  • El deterioro cognitivo propio de edades avanzadas.

Precisamente, es en este punto donde entra en juego una nutrición adecuada. La combinación de una dieta variada con la medicación minimizaría las pérdidas de memoria. La Fundación Alzhéimer España expone los criterios que debe contar el régimen nutricional para prevenir el deterioro cognitivo:

  • Verduras crucíferas. Rúcula, coles de Bruselas, coliflor, repollo o col rizada.
  • Verduras de hoja verde. Endivias, acelgas, espinacas, berros o lechuga.

Estas son las bases vegetales que constituyen una pauta alimenticia. Las proteínas, por su parte, desempeñan un rol fundamental en el mantenimiento de las funciones cerebrales. La misma organización aconseja optar por pescados ricos en omega-3 (como el salmón o la sardina) y omega-6 (como el bonito o el atún).

​La dieta mediterránea, clave para el éxito de los tratamientos

Generalmente, se considera que la dieta mediterránea es la más saludable. Hay dos factores que lo justifican; la variedad de los productos que se consumen y la calidad de estos. Pero ¿sabes hasta qué punto es primordial para mejorar la eficacia de la medicación en personas mayores? Hay tres argumentos indudables en este sentido:

  • Mejora la memoria y previene despistes que afecten a la toma de fármacos.
  • Incrementa la aceptación de medicamentos por parte del organismo.
  • Minimiza los efectos secundarios y, por tanto, también el rechazo al tratamiento.

Pero tampoco debes olvidar que es la base de un estilo de vida saludable. La combinación de nutrición adecuada con la medicación contribuye a generar calidad de vida. Esta es una cuestión más que fundamental en cualquier momento del día, especialmente, como cenas saludables para personas mayores. La razón es que, habitualmente, se le concede menos importancia a esta comida.

Hay dos variantes de la dieta mediterránea que son fundamentales para reforzar la adherencia. Estamos hablando de la dash —caracterizada por ser muy baja en grasas— y la mind —marcada por el protagonismo de frutas y verduras—. Durante los últimos años, se han elaborado numerosos estudios que confirman su idoneidad.

Dieta dash, centrada en aislar los productos perjudiciales

Este régimen se recomienda frecuentemente a los mayores por la elevada necesidad de evitar alimentos dañinos. Uno de los que primero se retira es la sal, que causa hipertensión arterial. Precisamente, esta enfermedad ha sido señalada por Pfizer como una de las que presenta una tasa menor de adherencia.

Hay cinco principios básicos que la constituyen y que pueden formar parte de desayunos saludables para personas mayores:

  • Evitar el consumo de sal y grasas saturadas.
  • Incorporar cereales integrales y legumbres.
  • Comer más frutas y verduras, además de hortalizas.
  • Restringir las carnes rojas y con demasiada grasa.
  • Incrementar la ingesta de pescado.

La compatibilidad con los fármacos es absoluta, dado que estos necesitan que el organismo esté saludable para que los asimile adecuadamente. ¿Qué significa esto? Te interesará saber que una alimentación equilibrada es vital para que las personas con enfermedades crónicas respondan mejor a los tratamientos.

Dieta mind, clave para una pauta más variada

Por su parte, esta otra variante muestra una mayor predilección por los productos de origen vegetal. La intención es minimizar las acumulaciones de amiloide en el cerebro, que son desencadenantes de alzhéimer y otras condiciones. De hecho, podría ser un recurso de utilidad para tratamientos destinados a preservar el tejido cerebral.

Como en el caso anterior, hay otras cinco directrices básicas como comida saludable para personas mayores:

  • Consumir vegetales de hoja verde todos los días.
  • Incorporar frutos rojos, que tienen propiedades antioxidantes.
  • Tomar productos ricos en folatos, como los espárragos o el zumo de naranja.
  • Evitar los alimentos con grasa, como el queso o las carnes rojas.
  • Minimizar el acompañamiento con mantequilla o margarina.

La relación de esta dieta con la adherencia está determinada por el mantenimiento de las capacidades cognitivas. Las personas mayores pueden preservar su independencia durante más tiempo, al menos en el sentido farmacológico. Como te imaginarás, esta cuestión es vital si tenemos en cuenta que la mayoría están polimedicadas y poseen tendencia al despiste.

En definitiva, estas pueden ser las bases del menú semanal para mayores de 70 años. Recuerda la importancia de mantener una alimentación equilibrada como complemento a un tratamiento adecuado. La adherencia es vital para mitigar el impacto de las enfermedades y detener su avance. Sin duda, un pilar fundamental en la calidad de vida.

Ocio y actividades para personas mayores

Ocio y actividades para personas mayores

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), estamos en la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030). Una de las prioridades resaltadas en su declaración es «mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven». Con este fin, el ocio y las actividades para personas mayores son una estrategia prometedora, como te explicaremos.

El envejecimiento activo y su impacto en la calidad de vida

Las Naciones Unidas ponen de relieve la importancia de contar con las personas mayores en las últimas etapas de sus vidas. Resulta fundamental para que puedan mostrar su potencial físico y formar parte de la sociedad. La clave es evitar que entren en aislamiento y adquieran la falsa percepción de que ya no son útiles.

El envejecimiento activo pretende ser una respuesta al problema anterior. Durante décadas, los especialistas han abordado la posibilidad de que incluso pueda alargar la vida de los ancianos. Puede también tener un beneficio directo sobre su estado cognitivo, al retrasar el deterioro y reducir las posibilidades de sufrir enfermedades.

Desde el punto de vista anímico, una mayor contribución de nuestros mayores en la sociedad es muy beneficiosa. Resulta imprescindible fomentar una actitud optimista y vital, sobre todo, con la pérdida del cónyuge o los hermanos. Otro enfoque de utilidad es el acercamiento a los nuevos tiempos mediante el voluntariado o los cursos de nuevas tecnologías.

Sin embargo, los expertos coinciden en que las dinámicas y actividades funcionan más como medio preventivo que reactivo. Por ello, es importante comenzar desde los cincuenta años, cuando se encara la jubilación. La siguiente etapa coincidiría después con la gran dependencia, que se alcanza entre los 75 y los 80 años.

La incidencia de enfermedades cognitivas en nuestro país es excepcionalmente alta (tampoco podemos obviar el envejecimiento de la sociedad española). Según el Ministerio de Sanidad, el 39,2 % de los mayores de 90 años padecen alzhéimer, una circunstancia cuya incidencia puede mitigarse con estrategias de actividad.

Ejercicios para personas mayores, en cinco claves

Uno de los rasgos de la tercera edad es una creciente incapacidad para realizar tareas. Por tal razón, hemos escogido cinco ejercicios para personas mayores que no deberían entrañar una dificultad excesiva. Nuestro consejo es que los fomentes desde una perspectiva optimista, decidida y siempre colaborativa.

Jardinería y cuidado del exterior

La jardinería es una de las actividades para personas mayores más prometedoras que incluso suelen adquirir por voluntad propia. Es una de las formas de evitar que descuiden su vivienda cuando sienten limitaciones físicas. Para ello, es sumamente importante que la persona cuidadora impulse una actitud de interés hacia la naturaleza.

Resulta imprescindible, a su vez, para que puedan seguir desarrollando una función cuidadora. Esta es una parte indiscutible de la vida de los ancianos y que tienden a perder con la edad. Con su jardín, sienten una responsabilidad constante hacia un espacio cuya buena presencia depende de ellos.

Natación y rehabilitación acuática

La rehabilitación acuática (o hidroterapia) es un entrenamiento idóneo para recuperar la movilidad perdida. Está recomendada para después de una caída como proceso de recuperación funcional. Es una disciplina basada en la resistencia que supone el agua, lo que permite efectuar movimientos suaves.

Es fundamental que sea un profesional quien coordine el entrenamiento. Las personas que solían nadar solas en la playa pueden optar por esta alternativa para mantener la práctica en seguridad. Entre sus beneficios principales, destacan los siguientes:

  • Estimula la circulación de la sangre y el sistema cardiovascular.
  • Mejora la tonificación de los músculos y fortalece los huesos.
  • Contribuye a agilizar la respiración y a aumentar la resistencia.
  • Potencia el sistema inmunitario al reforzar las defensas del organismo.
  • Otorga un espacio de socialización y de contacto con su grupo de iguales.

Juegos para la memoria

Uno de los juegos tradicionales son las cartas, que suelen permanecer en la rutina de actividades para personas mayores. Lo mismo sucede con el dominó y con otras propuestas que no están basadas en el azar. Es importante que requieran un mínimo de razonamiento lógico para reforzar sus capacidades cognitivas y evitar el deterioro.

¿Sabes cuál es el principal inconveniente de este punto? Precisamente, el sesgo intergeneracional que hace que los hijos, nietos o cuidadores profesionales no conozcan estos juegos de memoria. Por tanto, es de gran ayuda que muestres disposición a aprender y, ante todo, ganas de pasar el tiempo con actividades de este tipo.

Paseos y descubrimiento del medio natural

El contacto y la valoración del patrimonio natural y material es de un valor incalculable para la tercera edad. Hoy en día, existen numerosos proyectos de acercamiento al entorno por parte de instituciones locales y autonómicas. Nuestro consejo es que animes a tus mayores a formar parte de grupos, excursiones y salidas de enfoque similar.

Resulta imprescindible adecuar los paseos a la actitud que presenten cada día. Hay ocasiones en las que se tendrá un perfil más enérgico, pero no siempre será así. Es habitual que los ancianos sufran bajadas anímicas reiteradas, ante lo que te sugerimos adoptar una postura comprensiva y de escucha.

Nuevas rutinas y actividades de memoria

Incorporar los juegos de memoria es otra de las mejores actividades para personas mayores. Busca siempre la mayor independencia, por ejemplo, facilitándoles sudokus o sopas de letras. Plantea otros medios que pueda realizar cuando lo desee y para los que no necesite intervención de otras personas, solo su acompañamiento.

Otra de las prácticas más relevantes consiste en invitarles a escribir una autobiografía. Como alternativa, pueden hablar sobre su vida mientras vas tomando nota. El resultado es una obra que refleja sus andanzas y que pueden valorar como algo hecho por ellos mismos. Esta dinámica entrena la memoria a largo plazo, la autopercepción y los recuerdos en general.

Podríamos concluir definiendo a las actividades para personas mayores como una oportunidad para la mejora de nuestra sociedad. Cuando los ancianos avanzan, todos lo hacemos en conjunto y, lo que es más importante, sin dejar a nadie atrás. Sin duda, una propuesta de futuro centrada en reforzar lazos generacionales desde el presente.