El mes de julio nos sorprendía la noticia de que los pacientes de fuera de la Comunidad Valenciana deberán llevar los medicamentos en sus maletas, ya que la Consejería de Sanidad obliga a los médicos y al personal sanitario a exigir a los pacientes crónicos desplazados durante un periodo “inferior de 90 días”, a traer la medicación necesaria para su tratamiento o, en su defecto, las correspondientes recetas validadas en su autonomía de origen.
La medida, que ha suscitado todo tipo de debates, responde al objetivo fundamental de ahorrar en gasto farmacéutico, ya que, según datos de la consejería, en 2012 los facultativos valencianos formalizaron a residentes de fuera un total 323.067 recetas, lo que supuso un gasto de 4,5 millones de euros, tanto para enfermos crónicos como para el resto.
Al menos, esa era la justificación que la propia consejería de Sanidad daba al diario El País, aunque pocas horas después, el vicepresidente y portavoz de la Generalitat, José Císcar, insistía en otro medio de comunicación que la medida busca «facilitar las cosas» a los enfermos y negaba que el no recetar fármacos a pacientes crónicos desplazados se deba a motivos económicos.
Sea como fuere, la medida se ha puesto en marcha en la comunidad costera, aunque la orden “no es estricta”: si los enfermos crónicos no llevan ni la medicación ni la receta, se les exige un informe clínico de su médico de cabecera de su comunidad de origen que “acredite que tengan esa enfermedad y que precisan ese tratamiento”. Así, algunos médicos consultados por El País admitieron que están recetando “aunque no debamos”, pero consideran “inmoral” dejar sin medicamentos a estos pacientes “desinformados”.
Y esta es una realidad palpable, ya que un gran número de turistas puntuales o que cuentan con su segunda residencia en la Comunidad Valenciana requieren medicamentos: según datos de 2012, el mayor número de recetas se suscribieron para pacientes procedentes de Murcia (90.105), Madrid (87,865), País Vasco (44.589), Castilla-La Mancha (31.362) y Cataluña (21.894).
Blíster, el mejor aliado en vacaciones
Hace un año aconsejábamos en este mismo espacio que el mejor aliado para un enfermo crónico en vacaciones era el blíster con todos los medicamentos correctamente indicados para cumplir con el tratamiento, noticias como la que ha saltado en julio no hacen más que afianzar la opinión de que el blíster es el mejor compañero de un enfermo crónico.
En vista de que lo ocurrido en la Comunidad Valenciana, de su posible imitación en otras provincias, o limitaciones sanitarias de muchos destinos turísticos, el blíster resulta la mejor opción para garantizar el correcto cumplimiento del tratamiento de los pacientes.
De este modo, si no queremos tener “sustos” durante las vacaciones, será preferible acudir a nuestra farmacia de confianza habitual y solicitar el blíster necesario para cubrir todas las tomas que se tengan que realizar durante nuestro periodo vacacional. Así, sólo nos tendremos que preocupar de disfrutar al máximo de esos merecidos días de relax, tranquilidad y buena compañía.
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