El seguimiento médico es fundamental para lograr una adecuada adherencia a la mediación. Sin embargo, hay un grupo de edad para el que esta cuestión cobra especial relevancia. Estamos hablando, como te puedes imaginar, de las personas de edad avanzada. Dedicaremos este artículo a analizar el impacto que el profesional y el centro médico pueden tener en la eficacia del tratamiento farmacológico.
La adherencia entre pacientes de la tercera edad
Frecuentemente, las personas mayores son el grupo de edad que menor adherencia presenta respecto a las pautas médicas. De acuerdo con el Ministerio de Sanidad, la tendencia a estar polimedicados dificulta que logren llevar los tratamientos de la forma correcta. Recuerda que, por encima de los 65 años, el deterioro cognitivo comienza a hacerse patente.
Hay una cuestión fundamental, y es que una inadecuada posología resulta peligrosa. Según la misma fuente, ocasiona diversos problemas que afectan al paciente, a sus familias y al Sistema Nacional de Salud:
- Ingresos hospitalarios.
- Aumento en el coste sanitario.
- Urgencias y emergencias.
Las tres situaciones anteriores se justifican por la posibilidad de sufrir una intoxicación. Incluso es probable que presenten un agravamiento de la condición que sufran como resultado de no mantener la pauta. El ejemplo más común se da con la medicación para quienes sufren hipotensión e hipertensión.
Cabe destacar que, por otro lado, el progresivo envejecimiento de la población hace que este tema posea especial interés. La sociedad debe confiar más en el profesional médico para que efectúe un seguimiento. El estudio Adherencia al tratamiento en pacientes mayores de 65 años que sufren reingresos precoces (Vicente-Sánchez, et al., 2018), lo afirma de este modo:
- Los mayores presentan dependencia, por lo que necesitan asistencia sanitaria «continua y de calidad».
- Quienes sufren enfermedades crónicas, por la mayor adscripción a medicamentos, suponen el mayor desafío.
- Un fallo de continuidad asistencial (seguimiento médico constante) ocasiona un impacto directo en los pacientes.
Hay una cifra muy impactante que debes conocer y que el mismo estudio publica. Un informe de la OMS señaló que, en los países desarrollados (como España), la adherencia a tratamientos entre usuarios con enfermedades crónicas es del 50 %. Esta es una estadística que demuestra cómo de importante es la intervención profesional.
¿Qué influencia tiene el seguimiento médico en la adherencia?
Cuando hablamos de cómo los profesionales de la salud pueden contribuir al seguimiento de la medicación, lo hacemos en dos términos. Por un lado, debes tener en cuenta el potencial impacto que tienen los técnicos y auxiliares de farmacia. Precisamente, son los que pueden mantener un contacto más directo y regular con los usuarios.
Por otro lado, tenemos la atención primaria, con los denominados médicos de familia. El estudio Estado de salud en el adulto mayor en atención primaria a partir de una valoración geriátrica integral (Cervantes Becerra et al, 2014) es revelador. Elabora un perfil de los usuarios que acuden a este servicio dentro del Sistema Nacional de Salud:
- Muestran todavía un cierto grado de independencia, pero muchos sufren disminución visual y auditiva.
- Poseen «alteraciones en la dimensión médica», como deterioro cognitivo o dificultad en actividades instrumentales.
- Cuentan con recursos sociales relativamente deteriorados, en lo que se intuye que puede deberse al aislamiento.
Una de sus conclusiones más reseñables es la polifarmacia. El 54,7 % toma varios medicamentos, lo que ocasiona una mayor dificultad para entender toda la posología. Esta es una de las claves que justifican la importancia del seguimiento médico a la hora de evitar despistes o confusiones con la medicación.
El fracaso terapéutico, otra razón de peso
Hay algo que debes saber, y es que la influencia del profesional médico va más allá de lo que hemos comentado. El fracaso terapéutico se define como la pérdida de eficacia de un tratamiento prescrito. Una de las causas más frecuentes es la pérdida de adherencia, un problema que, como estamos viendo, tiene numerosas dimensiones.
Cuando se da esta circunstancia, la calidad de vida del paciente se deteriora. Esto es especialmente grave cuando el sujeto pertenece a la tercera edad, puesto que empeoran las condiciones durante sus últimos años. Lo mismo sucede con los progresivos fármacos que se proporcionen, que tienden a ser más fuertes para contrarrestar el empeoramiento.
Pero te sorprenderá conocer que incluso el Sistema Nacional de Salud se ve perjudicado. Hay cuatro razones que lo explican y que ponen de relieve por qué es prioritario que los médicos y farmacéuticos efectúen un seguimiento:
- Incrementa las pruebas diagnósticas de una forma innecesaria.
- Genera resistencias, especialmente, cuando se tratan infecciones por bacterias.
- Eleva los costes sanitarios de un tratamiento, sobre todo, cuando hay recaídas.
- Aumenta la frecuencia de las consultas en atención primaria.
¿Cómo pueden ayudar los profesionales de la salud?
Como estás comprobando, todos los que intervienen en la prescripción de un fármaco pueden ser decisivos para su éxito. Pero ¿qué medidas podemos poner sobre la mesa? Hemos hecho un análisis de la situación actual y estas son algunas de las conclusiones que debes conocer:
- Pastillero semanal. Lo organizan directamente en el establecimiento y lo configuran de manera intuitiva.
- Orientación especializada. Controlan que los fármacos se utilicen de la manera adecuada.
- Consulta de posología. Exponen de un modo sencillo el método de toma de los medicamentos.
Por otro lado, resulta conveniente centrar los esfuerzos en quienes padecen enfermedades crónicas. De acuerdo con un informe de Pfizer publicado por el CSIC, estas son las que requieren una mayor atención en términos de adherencia:
- Osteoporosis.
- Sida.
- Dislipemias.
- Hipertensión arterial.
- Epilepsia.
- Diabetes tipo II.
Hay otras medidas prácticas que deben ponerse de relieve. En su mayoría, están relacionadas con mejorar la relación médico-paciente, atendiendo siempre a las ratios actuales:
- Controlar la toma de medicación, en colaboración con el Sistema Personalizado de Dosificación (SPD de farmacia).
- Intensificar los recordatorios y el conocimiento de las posologías.
- Buscar el acuerdo del paciente respecto al fármaco prescrito y señalar su idoneidad.
Esperamos que hayas comprendido cómo el centro médico puede consolidarse como clave para garantizar la eficacia de un tratamiento. Los pacientes de la tercera edad, polimedicados y con enfermedades crónicas, son los que mayor atención requieren. Con estas claves, lo que pretendemos es demostrar cómo el seguimiento es fundamental para la salud.
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