Hace pocos días el Consejo de Ministros aprobó la reforma sanitaria que pretende ahorrar aproximadamente 7.000 millones de euros a través de varias acciones, entre ellas la implantación del copago farmacéutico.

Esta última medida ha suscitado mucha polémica entre la ciudadanía, que (salvo en casos excepcionales) se verá obligada a abonar parte del coste de la medicación que tomen.

Hay varias cuestiones que todavía no se han aclarado, como puede ser el tipo de medicamentos que quedan fuera y dentro del copago. Aunque todavía no se ha establecido la lista definitiva, el Gobierno pretende dejar de financiar dos tipos de fármacos: los obsoletos y los destinados a síntomas leves.

La cuestión es que a día de hoy, los medicamentos para síntomas leves (catarros, dolores de cabeza, etc.) se catalogan como fármacos de prescripción (con receta) o de venta libre. Así, se pretende unificar todos ellos bajo la venta sin receta y, de esta manera, la Administración no tendrá que subvencionarlos.

En el caso de ambulancias, prótesis y dietoterápicos, cada comunidad autónoma decidirá qué porcentaje del coste subvencionará, siempre que, como mínimo, la Administración se haga cargo de al menos el 90% del total.

Otra de las medidas que más ampollas ha levantado ha sido la relativa a la atención médica a diferentes colectivos. Los pensionistas deberán adelantar el 10% de las medicinas que se estima que necesitarán, mientras que en el caso de los extranjeros, sólo se les prestará atención médica si residen en España de manera legal. Al resto de los inmigrantes se les atenderá exclusivamente en casos de urgencia, maternidad o cuidado de niños.

Asimismo, todavía no se ha decidido cómo se actuará con los mayores de 26 años que nunca hayan cotizado (estudiantes o rentistas, por ejemplo), y si ellos también estarán afectados por el copado de medicamentos y servicios sanitarios.

En lo que a reacciones oficiales se refiere, Farmaindustria denunció este miércoles que el copago farmacéutico implica «un recorte sin precedentes en el gasto farmacéutico público» y lamenta que, «una vez más, el peso de estas medidas recaiga sobre la industria farmacéutica».

Por otra parte, el Foro de Pacientes instó al Gobierno a considerar la posibilidad de imponer tasas específicas a otros bienes y servicios pagados y mantenidos por los españoles que no son necesarios o imprescindibles para las personas, como son aquellos relacionados con el disfrute de nuestra geografía, medio ambiente e infraestructuras por parte de turistas o en viajes subvencionados.

Asimismo, admitió que contempla «la posibilidad de una importante mejora en la eficiencia del sistema sanitario si se producen los cambios estructurales oportunos, orientando el sistema hacia la atención de la cronicidad y sabiendo obtener un mejor beneficio del uso de las nuevas tecnologías«.