Nutrición y medicación en personas mayores: la combinación perfecta para una vida saludable

Publicación: Mar 20, 2023

Plato de alimentos saludables

La falta de adherencia entre personas de edad avanzada es responsable del incremento en consultas y urgencias hospitalarias. Con el propósito de prevenir esta circunstancia negativa, hay pautas que podemos y debemos incorporar. Una de ellas es el diseño de un menú semanal para mayores de 70 años. Descubre todas las claves en este artículo.

Bases de la alimentación saludable para personas mayores

La OMS definió en 2004 a la adherencia como la capacidad de una persona para mostrar una actitud favorable al éxito del tratamiento en su propio beneficio. Para ello, hay tres prácticas que ejercen un papel fundamental, según la misma organización internacional:

  • La toma de medicamentos.
  • El mantenimiento de una vida saludable.
  • Las visitas pactadas al centro de salud.

Sin embargo, la misma institución señaló que la tasa de seguimiento de las pautas médicas es baja. De acuerdo con sus conclusiones, ronda el 50 % en las personas de la tercera edad en países desarrollados. Esta situación funciona como detonante de numerosas consecuencias:

  • Incremento de visitas hospitalarias y pruebas diagnósticas innecesarias.
  • Empeoramiento del estilo de vida en las personas mayores.
  • Urgencias médicas de mayor o menor gravedad.
  • Mayor resistencia de las bacterias por un plan de antibióticos sin seguimiento.
  • Insatisfacción con la actuación del profesional médico.

El papel que tienen tanto los médicos de atención primaria como los farmacéuticos en este asunto ha sido debatido en numerosas ocasiones. Sin embargo, pretendemos incorporar una tercera clave para que comprendas hasta dónde llega la importancia de esta cuestión. Estamos hablando de la nutrición como parte de la alimentacion saludable para personas mayores.

¿Cómo influye una dieta sana en la adherencia?

El estudio Adherencia y persistencia terapéutica: causas, consecuencias y estrategias de mejora (Dilla, Valladares et al., 2009) es revelador. De acuerdo con sus conclusiones, hay situaciones que ocasionan una pérdida de seguimiento en el tratamiento marcado por el profesional. Las más comunes están relacionadas con el propio paciente y obedecen a las siguientes:

  • Enfermedades cognitivas, como el alzhéimer.
  • Otros trastornos mentales, como la depresión.
  • El deterioro cognitivo propio de edades avanzadas.

Precisamente, es en este punto donde entra en juego una nutrición adecuada. La combinación de una dieta variada con la medicación minimizaría las pérdidas de memoria. La Fundación Alzhéimer España expone los criterios que debe contar el régimen nutricional para prevenir el deterioro cognitivo:

  • Verduras crucíferas. Rúcula, coles de Bruselas, coliflor, repollo o col rizada.
  • Verduras de hoja verde. Endivias, acelgas, espinacas, berros o lechuga.

Estas son las bases vegetales que constituyen una pauta alimenticia. Las proteínas, por su parte, desempeñan un rol fundamental en el mantenimiento de las funciones cerebrales. La misma organización aconseja optar por pescados ricos en omega-3 (como el salmón o la sardina) y omega-6 (como el bonito o el atún).

​La dieta mediterránea, clave para el éxito de los tratamientos

Generalmente, se considera que la dieta mediterránea es la más saludable. Hay dos factores que lo justifican; la variedad de los productos que se consumen y la calidad de estos. Pero ¿sabes hasta qué punto es primordial para mejorar la eficacia de la medicación en personas mayores? Hay tres argumentos indudables en este sentido:

  • Mejora la memoria y previene despistes que afecten a la toma de fármacos.
  • Incrementa la aceptación de medicamentos por parte del organismo.
  • Minimiza los efectos secundarios y, por tanto, también el rechazo al tratamiento.

Pero tampoco debes olvidar que es la base de un estilo de vida saludable. La combinación de nutrición adecuada con la medicación contribuye a generar calidad de vida. Esta es una cuestión más que fundamental en cualquier momento del día, especialmente, como cenas saludables para personas mayores. La razón es que, habitualmente, se le concede menos importancia a esta comida.

Hay dos variantes de la dieta mediterránea que son fundamentales para reforzar la adherencia. Estamos hablando de la dash —caracterizada por ser muy baja en grasas— y la mind —marcada por el protagonismo de frutas y verduras—. Durante los últimos años, se han elaborado numerosos estudios que confirman su idoneidad.

Dieta dash, centrada en aislar los productos perjudiciales

Este régimen se recomienda frecuentemente a los mayores por la elevada necesidad de evitar alimentos dañinos. Uno de los que primero se retira es la sal, que causa hipertensión arterial. Precisamente, esta enfermedad ha sido señalada por Pfizer como una de las que presenta una tasa menor de adherencia.

Hay cinco principios básicos que la constituyen y que pueden formar parte de desayunos saludables para personas mayores:

  • Evitar el consumo de sal y grasas saturadas.
  • Incorporar cereales integrales y legumbres.
  • Comer más frutas y verduras, además de hortalizas.
  • Restringir las carnes rojas y con demasiada grasa.
  • Incrementar la ingesta de pescado.

La compatibilidad con los fármacos es absoluta, dado que estos necesitan que el organismo esté saludable para que los asimile adecuadamente. ¿Qué significa esto? Te interesará saber que una alimentación equilibrada es vital para que las personas con enfermedades crónicas respondan mejor a los tratamientos.

Dieta mind, clave para una pauta más variada

Por su parte, esta otra variante muestra una mayor predilección por los productos de origen vegetal. La intención es minimizar las acumulaciones de amiloide en el cerebro, que son desencadenantes de alzhéimer y otras condiciones. De hecho, podría ser un recurso de utilidad para tratamientos destinados a preservar el tejido cerebral.

Como en el caso anterior, hay otras cinco directrices básicas como comida saludable para personas mayores:

  • Consumir vegetales de hoja verde todos los días.
  • Incorporar frutos rojos, que tienen propiedades antioxidantes.
  • Tomar productos ricos en folatos, como los espárragos o el zumo de naranja.
  • Evitar los alimentos con grasa, como el queso o las carnes rojas.
  • Minimizar el acompañamiento con mantequilla o margarina.

La relación de esta dieta con la adherencia está determinada por el mantenimiento de las capacidades cognitivas. Las personas mayores pueden preservar su independencia durante más tiempo, al menos en el sentido farmacológico. Como te imaginarás, esta cuestión es vital si tenemos en cuenta que la mayoría están polimedicadas y poseen tendencia al despiste.

En definitiva, estas pueden ser las bases del menú semanal para mayores de 70 años. Recuerda la importancia de mantener una alimentación equilibrada como complemento a un tratamiento adecuado. La adherencia es vital para mitigar el impacto de las enfermedades y detener su avance. Sin duda, un pilar fundamental en la calidad de vida.

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