Según la OMS, las enfermedades cardíacas, los infartos, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, son las principales causas de mortalidad en el mundo. Estas enfermedades pueden convertirse en enfermedades crónicas y se caracterizan por ser
dolencias de larga duración y por lo general de progresión lenta.
En este sentido, los expertos afirmaban esta semana que Euskadi duplicará la cifra de personas con dolencias incurables en menos de tres décadas, hasta llegar a los 600.000 pacientes crónicos en el año 2040. Asimismo, a nivel local veíamos el nacimiento de una nueva red social dedicada a estos pacientes crónicos con el fin de que encontrasen un lugar donde compartir experiencias, sentirse arropados y apoyados por otros usuarios a través de las nuevas tecnologías: Kronet.
Es cierto, que en los últimos años las administraciones se han volcado con la cronicidad, conscientes de que en un futuro necesitarán reaccionar y dar respuesta a este colectivo de enfermos. Pero, ¿qué implica padecer una enfermedad crónica?
Este tipo de dolencias no entienden de edad: se pueden manifestar tanto en la infancia como en la adolescencia, madurez o vejez de las personas. Así, podemos gozar de una salud excelente y, en un momento dado, ser diagnosticados de una enfermedad crónica. Cabe destacar que hay infinidad de enfermedades crónicas, unas ya controladas a nivel médico, como puede ser el asma, y otras de las que falta todavía mucho por investigar, como es el caso del Alzheimer. No obstante, en todas ellas resulta vital la actitud positiva del enfermo, así como el apoyo moral de sus familiares y amigos con el fin de mitigar los momentos más difíciles.
Por otro lado, resulta imprescindible el seguimiento del tratamiento médico de forma exhaustiva para que resulte lo más efectivo posible y se eviten riesgos innecesarios por errores en la toma. Así lo cree también el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que recientemente se ha reunido con Sanofi Iberia para avanzar en el plan de trabajo de mejora de la adherencia al tratamiento en pacientes crónicos y polimedicados a través de Sistemas Personalizados de Dosificación.
De esta manera, se ayuda tanto a los pacientes como a sus familiares a seguir el tratamiento de manera correcta y efectiva, sin saltarse ninguna toma y llevando a cabo un estilo de vida normal adaptado a sus necesidades.
Con todo, el apoyo psicológico de amigos, familiares e, incluso, otros enfermos crónicos, junto a la adherencia del tratamiento y un estilo de vida saludable resultan pilares fundamentales en el día a día de los enfermos crónicos.
0 comentarios